29.7.10

Arguedas, sueños y cenicientas

Anoche soñé que escribía una novela basada en la vida de José María Arguedas. Al despertarme solo había quedado eso del sueño, la idea y nada más, ni siquiera una sensación (a veces uno se despierta y no recuerda el sueño, pero sigue triste, o feliz, o enamorado...).

Estuve toda la mañana pensando en eso. La vida de Arguedas posiblemente daría como resultado una novela densa (en todos los sentidos, buenos y malos). Quizás una película con golpes bajos, pero igualmente interesante (pienso en la basada en Arenas, Antes que anochezca). Pero lo que sí creo cierto, al seguir rumiando la idea, es que quizás una novela basada en una porción de la vida de Arguedas podría funcionar. Tómense estas opciones, por ejemplo:

Opción Uno:
Arguedas es huérfano de madre. Cuando cuenta con solo seis años su padre se vuelve a casar con una mujer horrenda, con un hijo aún más cruel y horrendo. Arguedas senior, que es juez, es destituído de su cargo por razones políticas y comienza a trabajar como abogado itinerante, obligándolo a dejar a su hijito al cuidado de su nueva esposa. A imagen y semejanza de la Cenicienta, la madrastra convierte a José María en un sirviente. Realmente en un sirviente. Su hermanastro lo tortura con crueldad, obligándolo incluso a presenciar cómo viola a una mujer.

Opción Dos:
Podría comenzar con la opción Uno muy abreviada. Luego José María se escapa con su hermano mayor, Arístides, y recalan en la hacienda creo que de un tío, donde ambos viven dos años con los indios que trabajan allí. Aprende el idioma, las costumbres. Tiene solo diez años. Es la época más feliz de su vida. La trama se centraría en eso, en José María chiquito, recibiendo por primera vez amor, absorbiendo una cultura que sería para siempre el eje de sus relatos, sus investigaciones, su tarea docente, su prédica y su vida. A los dos años, su padre va a recogerlos, y decide llevarlos en su peregrinaje por el interior de Perú. Imagino la escena final, él alejándose, viendo como los indios se van haciendo cada vez más pequeños, desconcertado ante la perspectiva de esa nueva vida itinerante junto a su casi desconocido padre.

Opción Tres:
Comienza con la opción Dos (pero ya la opción Uno casi se pierde, es apenas un par de párrafos). El capítulo "funde en negro" con el niño Arguedas diciendo adiós a los indios. Ya es un joven. Estudia Literatura y descubre su pasión por la etnología. Enseña castellano en escuelas, lo despiden acusándolo de indigenista, lo nombran Conservador General de Folklore en el Ministerio de Educación, luego Jefe de la Sección Folklore, luego jefe del Instituto de Estudios Etnológicos y así sigue. Una sombra de melancolía lo persigue siempre (Cenicienta puede haber terminado princesa, pero una infancia comiendo sobras y fregando pisos no se atraviesa sin cicatrices). Escribe sin parar ensayos y artículos sobre folklore, sobre la lengua quechua, sobre la realidad desgarradora de los indios. Escribe cuentos, escribe una novela. Y finalmente da a luz su máxima obra, Los ríos profundos, donde su vida cobra forma y sentido, y donde para siempre el indio alcanzará su forma mítica y el blanco quedará enredado en su crueldad y ambición.

Opción Cuatro: Esta, a diferencia de la anterior, tiene final triste. Opciones anteriores abreviadas, pero siempre el fantasma de la melancolía y el fracaso sobrevolándolo. No es indio, no termina de encajar ahí, por más que se le vaya la vida en el intento. Ciertamente con la clase dominante no va a asociarse nunca. Escribe, escribe, y sabe que no llega a donde quiere llegar. La falta de amor es un peso del que no se puede desprender nunca. Una tarde, en su oficina de la Universidad (o en el baño de la Universidad, tendría que documentarme), se pega finalmente un tiro. Por fin es libre.

Me anoto como tarea "comprar biografía de Arguedas" para mi viaje por trabajo a Lima la próxima semana. También algunos libros suyos que acá no consigo. Quizás la idea se pierda y nunca escriba nada, pero es divertido imaginarlo.

José María Arguedas (1911 - 1969).
1935 - Agua. Los escoleros. Warma kuyay. Libro de cuentos.
1941 - Yawar Fiesta. Novela. Revisada en 1958.
1953 - La muerte de los hermanos Arango. Cuento.

1954 - Diamantes y pedernales. Novela.
1958 - Los ríos profundos.
1961 - El Sexto. Novela.
1962 - La agonía de Rasu Ñiti. Cuento.
1964 - Todas las sangres. Novela.
1965 - El sueño del pongo. Cuento.
1967 - Amor mundo y todos los cuentos. Cuentos.
1971 - El zorro de arriba y el zorro de abajo. Novela que dejó inconclusa y que fue publicada póstumamente. En sus páginas traza una explicación de la crisis que lo llevó al suicidio.
1973 - Cuentos olvidados. Compilación póstuma de cuentos.

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